Camila continúa recomendando en Leete una peli, su proyecto de reseñas de producciones audiovisuales independientes. En este caso, nos retrotrae también a un clásico: La Pianiste, de Michael Haneke, obra incómoda y fascinante a la vez. Esta es, entonces, nuestra recomendación cinéfila para este jueves.
Por Camila Villalba
La Pianiste (o The Piano Teacher en inglés, 2001), dirigida por Michael Haneke, es una obra confrontativa y atrapante a la vez, con imágenes que quedan impregnadas en nuestra memoria luego de mirarla.
La historia sigue a Erika Kohut (Isabelle Huppert, en una interpretación magistral), una profesora de piano de unos treinta años que enseña en un prestigioso conservatorio francés. Su vida transcurre entre la disciplina férrea de la música, una relación sofocante con su madre (Annie Girardot) y un vínculo inesperado con un joven alumno que despierta un deseo tan intenso como perturbador.
Más allá de la trama, la película abre un espejo inquietante sobre las apariencias: aquello que mostramos al mundo frente a lo que realmente somos en la intimidad de nuestras casas, o aún más, en la soledad donde se liberan los miedos, las fantasías y los deseos más indecibles.
Haneke nos recuerda que no habitamos una única identidad, sino muchas. Somos seres fragmentados, que se presentan con un rostro público mientras ocultamos otros tantos en silencio. ¿Quiénes somos, entonces, cuando nadie nos ve? ¿Qué voces, reprimidas o escondidas, laten dentro de nosotros sin poder salir?
En La Pianiste, esa tensión entre lo oculto y lo visible impregna cada gesto, cada silencio, cada nota. Es una obra que nos enfrenta con las partes de nosotros mismos que preferimos no mirar. Áspera, intensa, es a su vez una película brillante, que nos obliga a atravesar el malestar para encontrar, quizá, una verdad más honda sobre lo humano.
PD: ¿Les dijimos que amamos la página on line rusa? Allí la podrán encontrar en su versión subtitulada. Cualquier cosa, nos escriben por nuestras redes y les pasamos los datos.
Muy buena peli!