Fue como un incendio: cuando el mes de mayo se desvanecía, una enérgica combustión se sucedía. Fue en Ciudad de Gatos, en La Plata, donde Dum Chica y Lucy Patané se presentaron con la vehemencia que las caracteriza.
Por Germán Ríos-Morales
A veces es la fortuna, a veces la intencionalidad, y otras veces, simplemente, las explosiones suceden. La suma de varios factores han provocado un incendio en el escenario de Ciudad de Gatos de la ciudad de La Plata que contó con la presencia de dos artistas nominadas para los Premios Gardel a la música, y ese no es un dato menor. Los comburentes estaban presentes.

En la oscuridad de la sala podía se respirar cierta densidad, como un aire empetrolado próximo a la ignición. Y así fue: Dum Chica se abrió paso estallando las canciones de su último trabajo Súper Premium Ultra valiéndose de la ardorosa presencia escénica de Lucila Stornino, que saturaba su voz con echoes y delays generando una pastosa mezcla dark-psicodélica junto a los no menos estoicos y potentes riffs de bajo a cargo de Juana Gallardo y la brutal ejecución de batería de Matías (Luke), el más prolífico en cuanto a recursos musicales.

La banda, que se presentó por primera vez en la ciudad, dió un show compacto y estremecedor de principio a fin. Una solvencia corrosiva se desplegaba en cada canción que a fuerza de repetición de los machaques instrumentales abrasaba al público y lo convertía en ceniza ardiente. Lucy Patané fue invitada a tocar una canción y la combinación fue perfecta: su fogosidad guitarrística elevó aún más la temperatura ambiente. Dum Chica, entre guiños grooveros a Rage Against The Machine y febriles referencias a Yeah Yeah Yeahs, aclimató la noche de forma exótica. Todo muy inflamable.


El calor residual era lo suficientemente alto, y tras el reacomodo de equipos, Lucy abrió su set de manera acústica: guitarra y voz fueron los elementos suficientes que avivaron las brasas en los primeros compases (“Aterrizaje” y “Búhos”), tras los cuales echó la nafta de sus punteos al fuego de las canciones que ardían sin quemar, pero que calentaban a llama viva (“Hoteles de Fuego”, “Ya no quedan”). Su última presentación aquí mismo en diciembre del año pasado la trajo para presentar el por entonces aún no nominado como Mejor Álbum Artista de Rock (Premios Gardel) a Hija de Ruta, su más reciente lanzamiento discográfico.

“Glitter Negro” y “Lo Caro” sonaron tremendamente crudos y el resto del recital oscilaría entre los diálogos candentes de la viola de Lucy y los músicos que la acompañaban. “Dudas” mostró la faceta más tribal de la banda, próxima a Talking Heads y las magias de los hechiceros Eno, Belew, Fripp. New wave al recontra palo dejó el tándem “Un Domingo”- ”Vinieron a Buscar La Paga”, y el pogo allí no se hizo esperar. Las tres guitarras se entremezclaban crimsonianamente en “Ustedes” para el coreo de la gente. “Clavícula” fue un paso más allá y la banda jugueteó con un interludio finamente acoplado de “Llorando se fue”.


El público pidió “La Maldad” y, a pesar de apartarse de la lista, la banda complació. Lucy se calzó nuevamente la acústica y entonó el hit “Entre Toneles” cabalgando a toda furia. Se despidieron con la volátil “Trámites Burocráticos” y la ronda poguera se volvió a hacer presente hasta mantenerse como un fuego corona que nos acompañó hasta la salida, cálidos, candentes, calientes.


Ph: Ainara Romero @araniaph
Dum Chica y Lucy Patané
Lugar: Ciudad de Gatos, La Plata
Fecha: viernes 30 de mayo